viernes, 26 de agosto de 2011

Por ser así como tu eres.

Parece mentira todo el camino que recorrí, parece todo tan lejano, hechar la vista atrás y admirar como hemos cambiado. 
Cada día me siento más madura, más sincera conmigo misma, y por que no decirlo, me empiezo a conocer. Sé en quién puedo confiar, a quién podré prestar mi ayuda, y sobre todo sé en quién me puedo apoyar. Para mí, el poder conocer a las personas realmente, saber como son, y que me conozcan como soy, es algo a lo que le estoy tan agradecida a la vida. Saber que hay personas que siempre estuvieron hay, y que por alguna extraña razón, no nos animamos a conocerla de verdad. Puedo decir que es la experiencia más bonita y gratificante que he tenido nunca, y espero poder tenerla muchísimas más veces en mi vida. Es difícil creer y confiar en las personas, puede resultar muy pesimista, pero es así. Pero cuando aquello sucede, no sé, te da una estabilidad y una confianza, el poder estar tranquila y saber que alguien va a estar ahí, aunque solo sea una persona , para mí ya es algo grande.
A día de hoy sigo agrediéndole al universo el haberte encontrado. Gracias por enseñarme a saborear el mundo, por regalar sonrisas aunque no sean devueltas, por saber que hay un sitio para mi en este planeta tan finito...

Te lo he dado todo. Sí, absolutamente todo. Te he contado todo, mis tristezas, mis alegrías, mis pesares, mis recuerdos, los malos y los buenos. Confiaba en ti como en nadie lo había hecho. Tú no eras una más, no, tú no. Tú directamente eras mi alma gemela. Al menos eso creía yo. Pero al final, todo sale a la luz.
¿Por qué nada tiene un final feliz? Podríamos haber sido hermanas, y no esas que sólo lo utilizan como un nombre más, un nuevo estado para sus redes sociales. No, tú y yo éramos hermanas, de las de verdad. Almas gemelas.
Lo has tirado todo por la borda.


Hoy.

Hoy prometo ser feliz, reírme de mis errores, de tus desastres y sacarle la lengua al espejo cuando me levante todas las mañanas. Despeinarme un poco más cuando me levante. Dejar mis huellas dactilares en todos los muebles del salón y escribir con el dedo tu nombre y el mío dentro de un corazón en el vaho del baño cuando los azulejos se empañen. Prometo hacerte sonreír las 24 horas del día, los 7 días de la semana, las 52 semanas que tiene el año. Prometo guardar las lágrimas para las cosas importantes, para la emoción de una sorpresa..
-HOY, PROMETO SER FELIZ.

Siempre pensé que fuiste un error, que sin tí me sentaría mejor. Ahora estoy llena de dudas. Esque me haces falta y nada más existe el dolor. No puedo fingir que soy feliz si no estás, pero prefiero estár sin tí. Porque ahora una parte de mí te odia. Si me enseñaste a querer, también me tuviste que enseñar a olvidar. Me dejaste sola aquí, y yo sola seguí. Y definitivamente quiero olvidarte. Y si quiero, puedo.

Mírame,que fuerte soy.

Me resbala si follas o fallas. Si estudias o prefieres trabártelas. Si odias los domingos o si vas hablando mal por ahí de mí. Si eres victoria o fracaso. Si te sigue faltando cerebro o si te sigue sobrando de ahí abajo. No me han quedado cicatrices de la ostia que nos pegamos, ni refugios, ni paisajes. Ni canciones que recordar. He vuelto a nacer y he vuelto atrás. Ahora soy imbencible, imperfecta, sincera y rápida.

Ella.

Ella fue mi apoyo, supo separar la elegancia de los fracasos, debo agradecerle tantas llamadas con tantos llantos, es la que te escucha cuando estas cansado, la que se oculta cuando el mundo se despierta, porque se niega a aceptar un mundo donde todo apesta.

No soy esa clase de amigas que te llaman todos los días para hablar de cosas porque simplemente no te voy a contar nada nuevo, ni las que si no le cuentas algo te va a perseguir para que se lo cuentes. No soy esa clase de amiga que va a intentar solucionarte los problemas, yo te doy mi opinión y nada más porque si para algo es problema tuyo es para que lo resuelvas tú sola. Tampoco soy esa clase de amiga que te va a dar besos y abrazos todos los días. Simplemente soy esa clase de amiga que va a estar contigo cuando estés mal, que es capaz de sacarte una sonrisa cuando los demás no pueden, la que siempre te va a apoyar en todo lo que pueda y a la que le puedes contar todo porque ella no lo va a decir. Pero también soy esa clase de amiga que se enfada por cualquier cosa de mal gusto y para volver a recuperarla hace falta más que un simple perdón.

Ella. Mi todo, mi mejor amiga.

Dicen que una amiga es alguien que te acepta como eres, pero te ayuda a ser mejor; alguien que te levanta el ánimo; alguien que te ayuda a salir de un yo para formar un nuestro; alguien con el que bromeas sin que se enfade; alguien que se alegra cuando triunfas y no te deja cuando fracasas; que te sigue queriendo pase lo que pase. Y es cierto. Hoy quiero dedicarte esto a ti. Probablemente no podría enumerar todos y cada uno de los momentos que hemos pasado, me sería imposible,pero me acuerdo de cada uno con una sonrisa, de todos los recuerdos que conservo a tu lado, todos me hacen sonreír, digamos que tú, por mucho que vayamos creciendo, sigues sacando a la niña de mi interior, como hace 3 años. Ella. La que siempre me mira, sonríe y ami se me escapa esa sonrisa. Ella. Con la que me río sin parar hasta que las dos acabamos con dolor de barriga. Ella. La que dice las cosas en voz alta para que la escuche todo el mundo. Ella. Con la que me he enfadado, y en cero coma, hemos reído sin pasar. Ella. Con la que he llorado, sonreído y sacado mis penas desde hace muchos años. Ella, las que saben que me pasa sin que haga falta que se lo diga. La que vive los peores y mas tristes momentos a mi lado y también los mejores y alegres momentos. Ella. Mi todo, mi mejor amiga.

Mi felicidad eres tú.


Una vez leí un artículo de internet que decía que, cuando reímos, podemos llegar a poner en marcha cerca de 400 músculos, incluidos algunos del estómago que sólo se pueden ejecutar con la risa. También decía que, cuando nos hacen cosquillas, no podemos evitar la risa e incluso padecemos incontrolables ataques de ésta. No se debe a una causa en concreto, sino a un acto reflejo de nuestro cerebro que hace perder el control de reír casi involuntariamente. Me he parado a pensar en las veces que me has hecho sonreír y me vienen más de mil imágenes llenas de sonrisas, carcajadas, felicidad… Son casi incontables, y me atrevo a decir que eres la única persona que conoce mi punto débil para que sonría. No hace falta ni que me roces para que se ilumine mi cara en una sonrisa, sólo con una mirada, una palabra o simplemente una caricia sobre mi piel, puede hacer que me ría inevitablemente. A veces hay risas que se contagian, que en cuanto las escuchas, hacen que carcajees incontrolablemente. Risas infundidas en hipocresía, que las planteas por tal de quedar bien ante algún vecino que se te cuele en el ascensor y te suelte el ''chiste''. Risas tontas, que es cuando te llega la debilidad de la risa floja y no paras de reír y reír sin motivo alguno. Hay tantas risas que sería imposible calificar una por una las que me has causado en cada momento de nuestras vidas. Puede que sea una tontería, pero me encanta verte sonreír, es algo que hace que mi felicidad aumente, que se formen mariposas en mi estómago y que en ningún momento pueda estar triste. Y es que verte con una sonrisa de oreja a oreja, con los ojitos incrustados bajo párpados, hace que me sienta bien, que siempre que esté apenada, sea eso lo que me consuele, porque verte feliz a ti es lo único que puede crecer mi felicidad.

MC.

No soy de las típicas personas que piensan en sí misma. Ni tampoco de las que piensan que son el centro del mundo. Ni las que traicionan y mienten para beneficiarse así misma. NUNCA. Pero puedo ser orgullosa y cabezota, eso sí. Reconozco lo que hago mal, y si pienso que no está mal, no está mal. Así soy. Soy, quizás, una de las personas más cariñosas que podrás encontrarte, pero también de las que guardan más rencor. Puedo estar genial en un momento, y mal al siguiente. Me considero una persona demasiado sensible, créeme. Todo me afecta, y eso la verdad que lo odio de mí. Me preocupo demasiado por mi aspecto y no esque me considere guapa precisamente. No soy materialista, ni superficial. Doy todo por las personas que quiero. Soy de las que cuando se deprimen comen chocolate sin parar. Cuando me enamoro, soy la persona más feliz del mundo. No tengo el cuerpo más bonito, pero me acostumbro a lo que tengo. También soy de las que prefieren los ojos claros a los oscuros. Sí, tengo quizás unos de los ojos más grandes que hayas visto, pero no los más bonitos. Algo es algo. A veces me siento demasiado tonta en varias ocasiones, por perdonar a quién no se lo merecía y demás. De lo que más me enorgullezco de mí es de haber llegado dónde he llegado con las personas que me quieren, que son las que siempre han estado ahí, pasara lo que pasara.

Eres la mejor amiga que se pueda tener.

Tú. ¿Qué decir de tí? . Es la persona más especial de este mundo. No se puede explicar con palabras. Es demasiado. Desde chiquitita estuvimos unidas, sé que esta amistad es muy fuerte y estaremos unidas siempre. Porque somos dos en una. Porque sin tí no podría seguir mi camino. Porque me encantan esas tardes de pelis, palomitas, fotos y risas. Porque siempre has estado hay y te lo agradezco muchísimo. Porque son tus abrazos los que me animan cuando estoy mal. Porque siempre has mirado por mí, y quiero agradecerte todo esto. Eres la mejor amiga que se pueda tener.
Te quiero, mejor amiga.