viernes, 26 de agosto de 2011

MC.

No soy de las típicas personas que piensan en sí misma. Ni tampoco de las que piensan que son el centro del mundo. Ni las que traicionan y mienten para beneficiarse así misma. NUNCA. Pero puedo ser orgullosa y cabezota, eso sí. Reconozco lo que hago mal, y si pienso que no está mal, no está mal. Así soy. Soy, quizás, una de las personas más cariñosas que podrás encontrarte, pero también de las que guardan más rencor. Puedo estar genial en un momento, y mal al siguiente. Me considero una persona demasiado sensible, créeme. Todo me afecta, y eso la verdad que lo odio de mí. Me preocupo demasiado por mi aspecto y no esque me considere guapa precisamente. No soy materialista, ni superficial. Doy todo por las personas que quiero. Soy de las que cuando se deprimen comen chocolate sin parar. Cuando me enamoro, soy la persona más feliz del mundo. No tengo el cuerpo más bonito, pero me acostumbro a lo que tengo. También soy de las que prefieren los ojos claros a los oscuros. Sí, tengo quizás unos de los ojos más grandes que hayas visto, pero no los más bonitos. Algo es algo. A veces me siento demasiado tonta en varias ocasiones, por perdonar a quién no se lo merecía y demás. De lo que más me enorgullezco de mí es de haber llegado dónde he llegado con las personas que me quieren, que son las que siempre han estado ahí, pasara lo que pasara.

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