Así, de un tirón, te quiero. Pero es de verdad, lo prometo. ¿Cómo esperas que no lo haga?
Me encanta esa sonrisa, ¿por qué? Porque es sincera, leve. Aunque no lo creas, también adoro tus ojos, ¿sabes que cambian de color? Lo prometo, nunca he llegado a saber de qué color son en realidad. Adoro tu voz al despertar, tus bostezos de niño, tus suspiros. Me encanta que me pongas motes estúpidos que nadie más oirá, que me intentes enfadar por tonterías. Me encanta que cada vez me abraces más fuerte, que luego aflojes los brazos, que me acaricies el pelo. Amo cuando me coges como a las niñas, intentando hacerme creer, que no te cuesta levantarme. Me encanta sentirme pequeña a tu lado, sentir que por muy pequeña que sea, no vas a dejar que me caiga.
Me has hecho reír hasta dolerme la tripa, me has hecho llorar como una loca. Ha habido momentos duros, pero no miento al decir que han sido muy pocos, comparados con los buenos momentos. No es todo lo que hemos vivido, sino todo lo que nos queda por vivir.
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